La tecnología operativa (OT) es esencial para las empresas y los gobiernos de todo el mundo, incluidos los sistemas de infraestructura crítica, de salud y operaciones de manufactura. La naturaleza indispensable de los sistemas OT e ICS es precisamente lo que los pone en mayor riesgo. Según el NIST, los objetivos de seguridad OT generalmente priorizan la integridad y la disponibilidad, seguidos por la confidencialidad, aunque la seguridad también debe considerarse como una prioridad general. Como muestra el informe de 2024 sobre el estado de la tecnología operativa y la ciberseguridad, hay señales positivas de que la seguridad OT está madurando en muchas organizaciones. Sin embargo, al mismo tiempo, algunos de los avances observados en el año anterior se perdieron en el actual ciclo de encuestas, con organizaciones experimentando más intrusiones y OT convirtiéndose en un factor menos determinante en la puntuación de riesgo. Para revertir estas tendencias, debe haber un esfuerzo renovado para proteger los sistemas OT sensibles y asignar recursos para una arquitectura de seguridad efectiva y diseñada específicamente.