La defensa basada en amenazas es un enfoque estratégico de la ciberseguridad que combina inteligencia de amenazas con medidas de seguridad tradicionales y análisis de amenazas. Ayuda a las organizaciones a proteger sus redes, sistemas y datos mediante la identificación proactiva de amenazas potenciales antes de que puedan causar daños o interrupciones. Al utilizar inteligencia y análisis de amenazas, la defensa basada en amenazas permite a las organizaciones anticipar ataques maliciosos y tomar medidas proactivas para mitigar el riesgo . Este enfoque brinda una mejor visibilidad de la superficie de ataque, lo que permite estrategias de respuesta más efectivas en caso de que ocurra un ataque. Con una defensa basada en amenazas, las organizaciones están mejor preparadas para enfrentar los desafíos de ciberseguridad y pueden asignar mejor sus recursos.